Los cannabinoides se disuelven sin procesar exclusivamente en sustancias grasas. Por ello, recomendamos disolverlos en un aceite adecuado. Los dos aceites portadores clásicos y más utilizados son el MCT (a base de aceite de coco) y el aceite de semillas de cáñamo.
El aceite de semilla de cáñamo se obtiene de las semillas de la planta de cáñamo. El método utilizado para ello es el prensado suave en frío. Esto es lo más adecuado porque el líquido se exprime de las semillas a temperaturas de 40° a 60°, y así los ricos ingredientes del aceite de cáñamo no se dañan con el calor. Nuestro aceite de semillas de cáñamo cautiva con su suave aroma a nuez y es perfectamente adecuado como aceite portador para los aceites cannabinoides. Este aceite es rico en ácidos grasos esenciales, por lo que también es perfecto para cocinar.
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