Destilados de cáñamo

Los destilados se obtienen a partir de extractos de cáñamo utilizando calor y vacío. El cannabidiol (CBD) y otros cannabinoides y terpenos se separan de los compuestos menos deseables, como grasas, ceras y pigmentos. El extracto base se calienta al vacío hasta que el cannabinoide deseado comienza a evaporarse. En cuanto el vapor se eleva, se recoge en un condensador, que se enfría y vuelve a licuar los cannabinoides. Así, la sustancia concentrada resultante está libre de disolventes no deseados, de contaminantes y de los sabores naturales de la planta de cannabis, ya que tienen puntos de ebullición diferentes. El destilado es ligeramente amarillo y tiene una consistencia pegajosa.

Las diferentes temperaturas de ebullición o evaporación juegan un papel esencial en el proceso de destilación de los respectivos componentes de los extractos de cannabis y cáñamo. Por ejemplo, el THC hierve a 155°C y por lo tanto se evapora antes que el CBD, que hierve a 165°C. La mayoría de los terpenos se evaporan a temperaturas más bajas, mientras que la mayoría de los cannabinoides menores hierven a temperaturas más altas. Las grasas, ceras y otros compuestos no deseados siempre hierven a temperaturas más altas, pero éstas también pueden producir compuestos no deseados como el benceno. Para evitar esto, destilamos el CBD en un alto vacío, donde utilizamos temperaturas mucho más bajas entre 0°C y 100°C. De este modo, evitamos las quemaduras y la formación de sustancias químicas tóxicas.